¿Qué es una adaptación respetuosa?
Lo primero a tener en cuenta para responder esto es en qué etapa evolutiva se encuentra esta niña este niño para saber sus experiencias previas y cómo va a reaccionar ante esta nueva adaptación escolar.
Hay que comprender que una adaptación escolar es una transición de algo conocido a algo desconocido y que cada criatura va a tener su tiempo y su ritmo para sentirse protegida.
Aquí es fundamental nuestra presencia, para que sientan que cuando lo necesiten ahí estaremos, para poder sostener lo que se les vaya moviendo.
Recuerda que el tiempo de los niños es orgánico, tienen su ritmo, tienen sus necesidades y tenemos que poder acompañarles.
“Las primeras adaptaciones marcarán la seguridad interna en los nuevos vínculos”
En muchos casos, las adaptaciones escolares son el primer momento en que los niños salen del refugio seguro que ha sido hasta el momento, su familia y su hogar.
En esta transición necesitan nuestra presencia para caminar firmes de un vínculo conocido hacia otro que tienen que descubrir.
Este impasse, sobre todo en edades tempranas, es determinante para el establecimiento de SU DERECHO A SER CUIDADAS: He aquí una de las bases de su futura salud mental y de sus relaciones saludables. Acompañarles con respeto es hacerles saber que cuando tienen miedo, merecen que se les trate bien.
¿No crees que la infancia merece que cuidemos sus necesidades auténticas?
Unos meses de acompañamiento pueden aportar mucho en su propia seguridad interna y en la forma de hacer frente a nuevos retos.
Para tu hijo/a puede que ésta sea la primera adaptación de muchas dentro del mundo escolar, así que es importante asegurarte que entra con buen pie.
¿Qué puedo pedirle a la escuela?
De cara al nuevo curso escolar es importante saber que puede que para las profesionales sea un año más, pero para tu hija/o es el primer año de algo importante.
Cosas que puedes pedir:
1- Que te permitan acompañar sus necesidades cuando se presenten. Esto puede implicar:
2- Flexibilizar horarios y días (infantil no es obligatorio)
3- Tu presencia en el espacio hasta que se quede tranquila
4- Compromiso de que te llamen si llora mucho y no se calma
5- Entender que las regresiones son salud mental y no un problema que ignorar
6- Saber que la salud mental de tu peque está en tus manos y tienes el derecho de priorizarle
7- Hablar mucho con las profesoras y estar abierta al feedback y a las propuestas, siempre que la escucha sea bidireccional
Necesidades auténticas en las adaptaciones
- Cada niña/o tiene su propio ritmo. No forcemos a la homogeneidad de procesos. Las realidades son subjetivas.
- Lo mejor para una niña/o es estar cerca de su figura de referencia. Por eso es importante que os permitan estar en el espacio hasta que se queden TRANQUILAS.
- Aunque juegue y no te mire, sabe que estás allí. La seguridad que le brindas a tu hija/o no es proporcional al caso que te hacen.
- Nunca te marches sin despedirte. Aunque les duela decirte adiós es mejor que desarrollar un sistema de alerta constante.
- No les fuerces a decirte que están bien. Los hijos y las hijas nos quieren felices y pueden llegar a fingir su bienestar en pro del nuestro.
Pasos de una adaptación respetada
Una adaptación saludable tiene una gráfica y unos ritmos. Aquí te dejo una guía de lo que sería:
Paso 1: acompaña a tu hija al espacio y estate todo lo cerca que te pida.
Paso 2: al cabo de unos días, deja de seguirle por todo el espacio y le dices que, si quiere estar contigo, que se siente a tu lado. Si quiere ir a jugar, tú le esperas en ese lugar pero no te vas.
Paso 3: al cabo de más días de hacer el paso 2, cuando entras al espacio y ves que se va yendo más ratitos a jugar sin ti, le dices que le esperas en un rincón de la sala o, incluso, en una habitación contigua para las familias. Prométele que NUNCA te irás sin avisarle.
Paso 4: llega el día de tu primera salida: tu hijo te viene a decir adiós y observa si realmente está preparado. Este paso puede tomar varios intentos, aunque tu salida sean sólo 15 min. (en el caso que te tengas que ir por imperativo laboral o de salud, plantéate si hay alguien más que pueda quedarse con él/ella. Si no, asegúrale que confías que se queda bien acompañada).
Paso 5: una vez el momento del adiós se transita con ligereza, ya puedes alargar tu salida durante unas horas, con el compromiso que si te necesita, te llamarán.
Paso 6: finalmente llegó -y te aseguro que llega- el momento de despediros en la puerta o con un cuento rápido de inicio de día.
“Nuestra presencia les ofrece la seguridad necesaria para abrirse al mundo”
Cuando hablo de las etapas del desarrollo siempre cuento que el camino hacia la autonomía auténtica va de la mano de la seguridad interna y de una buena autoestima.
Pues bien, esta firmeza en las propias capacidades parte de un sistema nervioso equilibrado, que no está en guardia constantemente y que tampoco tiene que forzar el sostener aquello que no le hace bien.
Nuestra presencia adulta y conocida corregula los estados emocionales de las hijas y los hijos cuando les faltan los recursos. En las adaptaciones escolares es esencial instaurar este circuito interno para generar lo que yo llamo “JURISPRUDENCIA EMOCIONAL”: un camino fortalecido de funcionamiento interno saludable.
¿Ves la importancia de este acompañamiento?
Ahora quiero contarte mitos de las adaptaciones escolares
-“Se acostumbran rápido”
Acostumbrarse no es lo mismo que transitar con seguridad y autonomía un momento
importante de su vida: la primera separación.
-“Cuando no me ve deja de llorar”
Que paren el llanto es sinónimo de coraza y protección: donde no me siento segura gasto el
mínimo de energía que voy a necesitar para sobrevivir.
-“Después se queda tranquila”
Tenemos que observar qué comportamientos expresa una vez la recogemos y en casa:
más demanda, llanto, irascibilidad, miedos, regresión, más demanda, etc. Todos estos
ejemplos denotan una ausencia de tranquilidad en la separación.
-“Todos los niños pasan por allí”
Que otros niños no sean acompañados no significa que la tuya tampoco deba serlo. Eres su
madre y está en tus manos decidir cómo quieres (o puedes) hacerlo.
-“Aunque esté, no me hace caso”
Que no te mire o interaccione contigo no es sinónimo de que no sepa que estás y que eso,
le tranquilice. Eres su punto de seguridad y referencia.
-“Si me voy disimuladamente, sufre menos”
Si aprende que te vas a ir sin avisar, su sistema nervioso va a estar en guardia desde el
principio. Es mejor transitar el dolor de la separación que no saber cuándo va a llegar.
Hablar de una adaptación respetuosa a la escuela moviliza muchas cosas. Te voy a hablar de tres:
1- ¿Por qué nos da tanto miedo el respeto y por qué creemos que respetando a la infancia les vamos a hacer más débiles y más vulnerables?
¡Es todo lo contrario!
Dar una base firme, sostenida, una sensación de merecer amor hace que puedan crecer escogiendo desde esta creencia interna de confianza y autoestima.
2- La adaptación respetuosa nos confronta con nuestra propia actuación; probablemente en la época en la que entramos en la escuela la neurociencia no tenía lugar y la educación emocional tampoco. Nosotras no recibimos todo esto, y por eso nos confronta volver a revivir aquel dolor que probablemente sentimos al separarnos de mamá, papá o de las figuras de referencia sin hacer una transición acompañada.
3- Nos confronta con la soberanía personal, es decir, la convicción interna de que lo que nosotras sentimos es así y tiene razón de ser. Cuando se trata del respeto a tu hijo y a tu hija: escucha tus entrañas.
¿Qué significa la corregulación en las adaptaciones respetuosas?
La corregulación es el fenómeno por el cual a través de nuestra regulación emocional como acompañantes permitimos que los niños y las niñas se regulen con aquello que le sucede y no les gusta.
Básicamente, si tú estás tranquila vas a posibilitar que la criatura transite su experiencia emocional sin que tú te metas dentro y que pueda ver en ti ese faro al que agarrarse para poder salir antes de la tormenta.
Las adaptaciones pueden suponer la primera separación real en sus vidas por lo tanto tienen derecho a sentir agitación emocional.
Si tú puedes sostener esa agitación y ofrecerles esa presencia amorosa y estable ellos podrán transitar por esta etapa con mucha mayor salud.
Acuérdate siempre de que tu presencia, aunque no la busquen todo el rato, les brinda seguridad y esto les posibilita la salida y la exploración del entorno nuevo al que han entrado.
En definitiva, corregular es poner tu cuerpo y tu emoción al servicio de sus dificultades emocionales, porque esto les proporciona seguridad y protección para atravesar lo que les esté sucediendo.
Elisenda Pascual Martí
Psicóloga y Fundadora d'Acompanyament Familiar