El teatro es mucho más que un lenguaje artístico.
El teatro crea espacios de libertad donde podemos soltar nuestros recuerdos, nuestras emociones y nuestra imaginación.
Nos ofrece herramientas y estrategias para analizar nuestros conflictos y encontrar nuestras propias soluciones.
La adolescencia es una etapa de crisis y reafirmación constante, de construcción de la identidad, de confrontación con los referentes adultos más cercanos, de experimentación en las vivencias y en las relaciones.
Tener un espacio de expresión libre en esta etapa puede favorecer el autoconocimiento, el empoderamiento, la empatía, la madurez y la responsabilidad.
Un espacio de expresión y comunicación en un contexto artístico y seguro, vivenciado con la fuerza del grupo. Un espacio transformador.