29 de mayo de 2019

¿QUÉ PUEDEN ELEGIR MIS HIJXS?


Una de las cosas que acostumbra a generar más debate en la crianza respetuosa es acotar el campo de decisión de las criaturas cuando las acompañamos. Saber qué es ordenado que puedan elegir y qué no; cuando este tipo de elecciones les son sanas o les pesan; qué pretendemos las adultas que acompañamos con este tipo de acciones, etc.

Son muchos los factores que influyen en este acto tan – en apariencia- inocuo que poderlos nombrar y visibilizar, nos va a permitir tener más claridad de las “fuerzas” que actúan bajo las elecciones infantiles. Debemos tener en cuenta estas preguntas:


¿en qué etapa del desarrollo está mi hijx?

Cada una de las etapas evolutivas implica unos logros, unas conquistas que las personas vamos adquiriendo en nuestro camino de completar nuestro desarrollo hacia la madurez. Nuestro cuerpo nace formado, pero nuestro desarrollo cerebral y cognitivo no, se va conformando a medida que vamos pasando de etapa. Como seres humanos, tenemos una zona cerebral -área prefrontal- que se encarga de la toma de decisiones, de valorar pros/contras, de planificar, gestionar y organizar. Esta zona termina su desarrollo a los 21 años, y es por esto que debemos tomar en cuenta qué capacidades tienen nuestrxs hijxs ante diversas situaciones.

No debería ser lo mismo que una criatura de 4 años elija a qué escuela quiere ir, que si el niño o la niña ya tiene 10, puesto que aquí ha tenido mucho más tiempo de experiencia vital para sospesar opciones, a la vez que la fuerza del grupo -amigxs- toma un poder relevante para dar su opinión. De todas formas, es importante saber que la decisión final la tenemos las adultas, puesto que somos nosotras las que colocamos esta estructura y la debemos sostener.


¿qué pretendo conseguir?

A menudo, debajo de la decisión de elección de nuestras criaturas, se esconde una idea de ser padres y/o madres modernxs, liberadxs y que no quieren coartar a sus criaturas. Cuando hablaba de la autonomía infantil, nombraba dos facetas opuestas al concepto sano y equilibrado:

Pseudoautonomia por exceso, o sobreprotección: en este caso las familias no dejamos que las criaturas tomen riesgos o decisiones adecuadas para su momento evolutivo. Así pues, les castramos su expresión de poder sano y, si esto se da de una forma reiterada, pues acabamos generando un mensaje de incapacidad. Por ejemplo, cuando a una niña de 3 años no le permitimos aventurarse a explorar el entorno, a subirse a un árbol, un tobogán, etc. por nuestros miedos.

Pseudoautonomía por defecto, o abandono: aquí avanzamos pasos que todavía no han estado integrados plenamente. Nos sucede que como personas adultas podemos observar a nuestrxs hijxs y verles con una capacidad que todavía no tienen o que, por la situación que sea, han dejado de ejercer. Por ejemplo, cuando un niño de 4 años tiene un hermanito, puede hacer una regresión y entrar en eneuresis nocturna (pipí en la cama). Comprender que necesita reafirmarse en una etapa anterior por todos los cambios que se dan en su entorno y no empujarle para que supere esta etapa, es una forma de ejercer salud en su momento vital.


¿estoy dispuestx a sostener la elección de mi hijx?

Otra cosa que debemos tener en cuenta cuando dejamos elegir, es si seremos capaces de sostener la decisión que tomen nuestrxs hijxs. Abrir el campo de posibilidades de forma abstracta y sin acotar dos o tres opciones, puede llevarnos a situaciones tan surrealistas para nuestra mente adulta que nos descompensen del todo. Recuerdo una vez que una familia con la que trabajaba en acompañamiento terapéutico me explicó que una mañana, con el fin que su hija de 3 años estuviera más contenta -acababa de tener un hermanito y estaba bastante movida emocionalmente- le permitieron elegir cómo quería ir a la escuela. El papá, pensando que diría en bici, patinete o coche, se quedó patidifuso cuando su hija le dijo que quería ir con una barca hinchable que tenían en el garaje para los días de playa. Cualquier intento de explicarle que eso no era posible no fue suficiente para que la niña entrara en razón -adulta, claro- y lo que tendría que haber sido una mañana harmoniosa, acabó siendo un buen drama por todos lados.


¿cuál fue mi relación con las decisiones en mi crianza?

Una de las preguntas que más os invito a haceros como mapadres es aquella que pone de manifiesto cómo fue vuestra crianza en cualquiera de los ámbitos de los que hablo. En este caso, es importante saber qué tipo de decisiones podías tomar, cuáles no, y cómo te afectó todo ello. Si no ponemos encima de la mesa nuestra propia historia, nos va a ser mucho más complicado observar los puntos ciegos de nuestra crianza.


Si de pequeñx no podías escoger ni la cantidad de comida a ingerir -te tenías que acabar todo lo que te pusieran en el plato sin preguntarte-, puedo comprender que decidas hacer todo lo opuesto con tus criaturas. De todas formas, comprende que tu oposición a tu crianza tiene que ver con tu historia, no con la necesidad que tengan tus criaturas en la actualidad. Es por eso que debemos tomar conciencia de dónde partimos.


¿qué entiendo por libertad?

El concepto de “libertad” es algo muy extenso de lo que me gustaría hablar en otro artículo. De todas formas, aquí es importante recalcar que la libertad tiene muchos límites, y cuando fallamos en ponerlos de una forma amorosa y respetuosa, nos polarizamos hacia la castración -si es por exceso- o hacia el libertinaje -si es por defecto-. Encontrar el punto medio en referencia a la toma de decisiones de nuestras criaturas, es el gran reto en estos tiempos de crianza respetuosa, donde a menudo, se tiende a confundir libertad con libertinaje.

Si te apetece compartir un poco más acerca de cómo acompañar las emociones en la crianza, te espero en el DIRECTO del próximo MIÉRCOLES (de manera excepcional, ya sabes que siempre los hago los martes) 12 de junio a las 21h horario de Barcelona.  


Puedes conectarte a:

FBK: https://www.facebook.com/psicologiarespetuosa

Instagram: @elisendapascualmarti

¿Cuándo? MIÉRCOLES 12 DE JUNIO a las 21H

Te veo pronto y feliz crianza,


Elisenda Pascual i Martí

Psicóloga y psicoterapeuta

Directora de Acompanyament Familiar