8 de enero de 2025

Del tictac al buum: la adolescencia ya está aquí!


“Mi fuerza te pertenece.

Lo he sabido desde siempre.

Desde que las manos de los que te preceden se abren al calor de

las tuyas para acariciar otra vida.”

Poema extraído de “Litio-O”, de Clara *Peya.

Hace un año que, como madre, voy escuchando el tic-tac del proceso, percibiendo los cambios progresivos, lentos, orgánicos. En ocasiones sorprendiéndome de la velocidad en que puedo trasladar la mirada des del pre-púber/púber hacia la memoria del pielcon piel con el bebé de menos de 5 kilogramos.

Empiezo a pensar que el “buum” va de esto. De tomar conciencia, así de golpe, de la diferencia entre lo que hay (física, cognitiva, conductual, emocional, social, etc.) y los recuerdos que atesoramos de otras etapas vitales de nuestras criaturas y/o de las criaturas que hemos visto crecer. O sea, que si miramos la criatura atentamente mientras va creciendo, el buum de la adolescencia lo podemos ir percibiendo como un tic-tac orgánico y paulatino, evidentemente, con la aparición de la intensidad que va caracterizando la etapa. Lo que está claro es que entraremos y, finalmente, saldremos renovadas; nosotros como madres y padres, y la criatura como una persona adulta.

En Acompañamiento Familiar, iniciamos el año con esta etapa vital “sobre la mesa”, y como profesional, refresco conocimientos adquiridos para volverlos a digerir y compartirlos con vosotros.

En primer lugar,vamos a diferenciar entre el concepto de adolescencia y el de pubertad, porque crear un marco sobre el qué estamos hablando es importante.

La pubertad es el periodo donde se dan los principales cambios físicos en el cuerpo del ser humano. Es decir, hace referencia a un proceso fisiológico de desarrollo de las características sexuales primarias (cambio en genitales externos, maduración de aparato reproductor) y aparición de las características sexuales secundarias (pelo grueso en genitales, sobacos, cara y otras partes del cuerpo, cambio de la voz, cambio en la morfología corporal según el sexo, etc.). En medio de este proceso, que va desde los 9-10 años hasta los 14 años aproximadamente, se dará la menarquia (primera regla) y la espermaquia (primera eyaculación), indicando que la persona inicia el recorrido por la etapa fértil de la vida.

¿Y cuando hablamos de adolescencia estamos hablando de pubertad?

Sí, pero no solo. Puesto que el concepto de adolescencia incluye muchos más procesos que los meramente fisiológicos (y que típicamente se han basado en los cambios brevemente mencionados, vinculados a las hormonas sexuales) y nos presenta todos los cambios que acontecen en la dimensión psicológica, cognitiva, emocional, social y relacional.

Para empezar a entenderla, necesitamos ampliar los años a los cuales estamos refiriendo, y que según las fuentes (OMS, asociaciones de pediatría, manuales de referencia en psicología, etc.) variarán 1-2 años arriba o bajo. Aproximadamente, la adolescenciava desde los 10 hasta los 22 años y, habitualmente, es distribuida en 3 etapas:

·  Adolescencia temprana o preadolescencia: Esta coexiste con el periodo puberal y va de los 10 años a los 14 años. El gran reto es integrar el no-retorno a la infancia aceptando los cambios corporales (y el ritmo en el) que se van produciendo en una misma.


·  Adolescencia media: Comprende des de los 15 años a los 17 años. Posiblemente en este periodo muchas familias percibiremos el “buum” en su máximo esplendor. El proceso de diferenciación del yo que está transitado el adolescente toma fuerza y necesita de mucha paciencia, comunicación, límites y respecto a la intimidad.


·  Adolescencia tardía: Va desde los 18 años hasta los 22 años. La “tormenta cerebral” de la que nos habla Daniel Siegel continúa presente en este periodo. Si bien la impulsividad puede haber disminuido, el sistema dopaminérgico sigue invitando a la búsqueda de novedad.

En relación a la adolescencia, Siegel, nos explica los grandes cambios cerebrales que se dan en esta etapa, donde se produce una gran poda neuronal (muerte de neuronas que no se utilizan) y una mielinización de las neuronas que van interconectándose y creando una red más eficiente y con conexiones más profundas. Aquí será importante recordar que el funcionamiento del lóbulo prefrontal (sistema dopaminérgico e inhibición de respuestas) está en transformación(la peli “Del Revés 2” nos da pistas).

¿Cómo cultivar la compasión, la empatía y la base del bienestar en esta etapa?

Este autor nos dice que podemos conseguirlo teniendo presentes los 4 puntos más importantes que nos explican la esencia (ESSENCE en inglés) de esta etapa, a nivel de cambios cerebrales y repercusiones relacionales, cognitivas, conductuales y emocionales:

·        ES (EmotionalSpark): La chispa emocional

Alta activación del sistema límbico (emocional) donde hay muchos procesos en marcha y mucha pasión vital. Esto puede implicar cambios de humor, irritabilidad y la sensación de “falta de control” de la propia emocionalidad.

·        SE (Social Engagment): Implicación Social

Fuerte necesidad de participar socialmente con el grupo de iguales, alejándose de la familia. Necesidad de pertenecer (incluso perdiendo los propios valores por la presión de grupo). También se presenta la posibilidad de desarrollar la empatía y la compasión, entre otras habilidades sociales.

·        N (Novetly): Novedad

Los cambios en el sistema dopaminérgico invitan a la experimentación del entorno, pudiendo asumir riesgos y peligros mayores que en otras etapas vitales, que por otra parte, los preparan para afrontar aquello desconocido, incierto e inseguro.

·        CE (Creative Exploration): Exploración creativa

En palabras de Siegel: “La mente adolescente estira, estira, estira los límites”. Es el momento donde se ponen en cuestión todos los aprendizajes facilitados por los progenitores. Hay como una búsqueda de la propia verdad, que se irá construyendo poco a poco, junto con la posibilidad de ir más allá.

¿Y con todo esto, como adultas, que hacemos?

Pues... sostener, acompañar, recordar límites innegociables, negociar la convivencia para que sea cómoda para todas, tener curiosidad por quien tenemos delante, preguntar cuando tengamos dudas, respetar la intimidad y la no respuesta (siempre que no haya un riesgo real), recordar que estamos disponibles y empatizar con las dificultades de la etapa (si podemos recordar las sensaciones de la nuestra, fantástico), expresar el dolor que sentimos cuando nos hemos equivocado en la relación con ellas y... si en algún momento nos vemos perdidas: buscar acompañamiento profesional, en grupo o individual.

¡Ah! Sobre esto último, en breves os explicamos una propuesta potente que tenemos entre manos.

Nos deseo un buen inicio de año y un camino con suficiente paz interna como acompañantes de la adolescencia de las criaturas que nos rodeen.

Judit Labèrnia Reverter

Psicóloga perinatal. Psicoterapeuta. Formadora. Madre.

judit.labernia@acompanyamentfamilar.com

https://acompanyamentfamiliar.com/ca/equip/judit-labernia-reverter