En este artículo me gustaría reflexionar y dar visibilidad a algunos de los desafíos que conciernen a la adopción.
Actualmente las familias tienen acceso a un acompañamiento psicológico gratuito antes, durante y después de la adopción, facilitado por las entidades que las gestionan. No obstante, en ocasiones no es suficiente para las familias, que a lo largo de la crianza se sienten perdidas y desesperanzadas ante los múltiples desafíos que atraviesan tras la adopción.
Es imprescindible trabajar a nivel terapéutico con las familias adoptivas, ya que tanto pasado como presente se entremezclan en la historia familiar. Uno de los objetivos principales en terapia a lo largo de la crianza es integrar las figuras maternas/paternas.
Los hijos dados en adopción se enfrentan a una doble fuerza que continuamente les tira para uno de los lados. Como si la familia biológica estuviera tirando de un lado de la puerta y la familia adoptiva tirara del otro. Por un lado la nostalgia del pasado y por otro lado la esperanza y deseo de cambiar el futuro. Estas dos fuerzas están siempre activas dentro de ellos.
En ocasiones los hijos/as adoptivos pueden experimentar conflictos de lealtades, siendo difícil para ellos expresar sus sentimientos y su curiosidad acerca de la familia biológica. Para el hijo/a, no manifestar su sufrimiento es una manera de no traicionar ni decepcionar a sus padres y ser agradecido por haberles dado una nueva vida. Es imprescindible ofrecer un espacio de escucha y comprensión sin tabúes ni juicios para hablar de la familia de origen y dar cabida a hablar de esa madre/padre real o imaginado, de la fantasía que han creado alrededor de ellos, de su vida, de sus dificultades, de las circunstancias en las que les dieron en adopción, etc.
El relato que tiene instaurado la familia adoptiva sobre porqué se dio al hijo en adopción es crucial para su desarrollo. La idea de haber entregado a un hijo/a con el objetivo de confiarlo a mejores cuidadores no tiene la misma repercusión que la idea de haber sido abandonado. Hay auténticas tragedias detrás de muchas adopciones, pero es sanador para ellos indagar en su historia y poder favorecer que la narrativa detrás de su entrega sea encaminada a preservar el vínculo. La psicoterapia es una vivencia que puede ayudar a construir una nueva historia y una nueva atribución de significado a éstos hechos de la vida.
En la etapa de la adolescencia especialmente pueden surgir muchos conflictos a nivel identitario en los hijos/as adoptados. En este momento se construye la identidad y los orígenes toman peso en la definición del valor personal propio. ¿Quién soy yo y qué dice mi historia de mí? Es importante conectar el posible malestar y/o los síntomas que tengan a la historia de sus orígenes. Entender la forma de vincularse que tienen ellos con la familia, y la familia con ellos. ¿Qué hacen los hijos/as cuando están enfadados, decepcionados, tristes?, ¿cómo acogen los cuidadores éstos conflictos? Muchos hijos/as adoptados experimentan los conflictos como una posible ruptura del vínculo. En ésta reactualización traumática, su cuerpo entra en alerta y reacciona de formas que pueden ser agresivas, dañinas o peligrosas. Unas figuras estables emocionalmente pueden permitir al hijo/a disfrutar de una vivencia de apego sano y estable que será muy reparador para su vida.
Finalizo este artículo con esta preciosa metáfora del Dr. José Checa, que habla de la adopción como un hijo “Entregado como un tesoro, como cuando una barca está a punto de hundirse en el mar y entregas a otra barca lo más preciado que tienes”. La adopción tiene muchos desafíos, pero abre la ventana a construir en familia un vínculo único y muy especial.
Ivet Vidal, psicóloga infantojuvenil y familiar. Miembro del equipo de Acompañamiento Familiar.
Fuentes de los datos:
- Cancrini, L. (2021). El desafío de la adopción. Crónica de una terapia exitosa. Morata.
- Protocolo de "PSICOTERAPIA CON FAMILIAS ADOPTIVAS" a cargo de Joana Alegret, Josep Checha, Iolanda D'Acenzo.
- Cancrini, L. (2023, octubre, 27 y 28). Seminario: El desafío de la adopción. Barcelona.