31 de mayo de 2018

Los DERECHOS en la INFANCIA


Nacer criatura en un mundo adulto es una tarea bien compleja. Los ritmos, el tempo, los valores y las prioridades, las neurosis adultas, la sociedad de consumo con su ausencia de cuido, etc. Ser criatura en un mundo de asfalto y de prisas no es trivial. Seguramente, toda esta memoria vinculada al tiempo natural y circular -aquel que nos recuerda la madre Tierra- está bastante enterrada bajo el paso de los años y la domesticación de la sociedad neoliberal; de todas formas, te invito a que hagas un pequeño experimento con tu hijx.

Te propongo que organices una expedición a la NATURALEZA. Que busques un espacio en tu calendario para poder salir a la playa, al bosque, al exterior. Una vez allí, decide un buen espacio donde poder estar tranquilx en el entorno y fija unos límites saludables para hacer tu estadía relajada: hasta donde nos podemos mover, qué objetos puede usar, si hay plantas, cuales puede arrancar y cuales no, etc. Una vez segurizado el espacio, tómate unos instantes para sentarte en un punto cercano a él/ella y permite que su esencia se derrame sin interferencias. Deja que juegue, explore, se libere de las corazas que le acompañan en su día a día. Observa como vuelve a florecer su esencia infantil, su tempo, su necesidad de activarse o de pararse. En un espacio seguro, con una presencia adulta amorosa y colocada, la autorregulación que aparece restablece el equilibrio interno sano de lxs niñxs.

¿Puedes observar cómo de sincero es el juego de tu hijx?

¿Te das cuenta de la infinitud de recursos que encuentra en un espacio seguro?

Cuando leo la Declaración de los Derechos Infantiles me doy cuenta que habla de cosas tales como: tener sus necesidades cubiertas, derecho a ser cuidadxs, segurizadxs, amadxs, el derecho de pertenecer, etc. Lo que es curioso es que la forma en como lo expresa no contempla que las personas adultas debamos hacer una transformación profunda para podérselo ofrecer. No contempla que la sociedad necesita un giro profundo, de base, de raíz, para poder ofrecer una salud imprescindible que nunca les hubiera tenido que ser arrebatada. Tampoco habla de las heridas que ya arrastramos de nuestra propia infancia, de las carencias y dolores y olvidos que hemos ido acumulando y que nos predisponen, en muchos casos, a ofrecer lo mismo.

Los drechos de lxs niñxs son básicos y sin ellos, seguimos perpetuando una sociedad enferma y neurótica. Ahora bien, estos derechos son inherentes a un desarrollo interno y consciente de las personas adulta que les acompañamos. Sin una mirada profunda de revisión y cuido de nuestra historia de vida, seguiremos negando el amor, el cuido, el reconocimiento auténtico hacia nuestros hijos e hijas.

Amarse para amar. Cuidarse para poder cuidar.

Incluirse para poder incluir. Descansar para poder respetar.




Coincidiendo con que el día 01/06 es el Día Internacional de la Infancia, el 04/06 es el Día Internacional de los niñxs víctimas inocentes de la agresión, y el 12/06 es el Día Mundial del Trabajo Infantil

Elisenda Pascual